Hurtado (Microsoft): Internet de las cosas supondrá un «salto brutal de productividad» de las pymes

A estas alturas, muchas personas aún leen o escuchan términos como internet de las cosas y se quedan igual que estaban. Y es que todavía hace falta mucha pedagogía para difundir lo que se presenta como una nueva revolución industrial, que tiene una aplicación crucial no solo para las grandes empresas, sino para las pequeñas, las pymes. David Hurtado, responsable de innovación de Microsoft en España, prevé un «salto brutal de productividad» con la adopción de esta tecnología, algo que a España le hace falta y mucho.

A grandes rasgos, el IoT (Internet of Things) permite conectar dispositivos de internet para obtener datos. «Hoy hemos convertido el mundo en un sitio donde todo genera datos, cualquier aparato pequeño tiene software y conectividad», explica en una entrevista con este diario. ¿Eso qué significa? Que la conexión del mundo físico con el digital a través de un ordenador a un teléfono móvil permite tomar decisiones más acertadas y más independientes para gestionar un negocio, aprovechándose del tratamiento de los datos que se almacenan en la nube.

Un ejemplo ayudará a entenderlo. Los hornos de pan en las grandes cadenas de supermercados están «supersensorizados» para controlar desde la central la composición química del pan cuando se hace, con el objetivo de que tenga el mismo sabor en todos los establecimientos por toda España. Se trata de efectivos procesos industriales basados en el IoT que, sin embargo, todavía están encontrando resistencia en las pequeñas empresas. «Hay mucha pyme que no crece porque depende de las personas que tienen que ir (a una instalación) para ver la situación y tomar decisiones. Si no necesitas a esas personas, puedes montar más fábricas o más tiendas» porque se podrá actuar a distancia sobre el terreno, indica.

Aunque la pandemia ha sido un claro acelerador de esta tecnología ante las limitaciones que se impusieron a la movilidad, en empresas de menos de 60 trabajadores, como un taller de costura,  la adopción del IoT todavía es baja, señala Hurtado. El problema para alcanzar un mayor grado de tecnificación y digitalización no es el coste, ya que actualmente «es fácil y barato conectar cualquier cosa a internet y obtener datos», sino que «las pymes suelen tener una cultura muy tradicional e invierten poco en tecnología porque no le han visto la gracia a qué pueden hacer con esto», añade.

Para hacerse una idea, el gasto de un comercio para medir el trasiego de personas en el local -las que salen, las que hacen cola, la cercanía de unas a otras, etc.- con el fin de tener informes sobre el aforo por horas podría oscilar entre 100 y 200 euros mensuales. Apenas se requiere tecnología, basta con analizar los datos que proporcionen las cámaras que se instalen en el establecimiento.

Microsoft trabaja con socios para aportar soluciones que sean sencillas de implantar entre estas empresas, consciente de que donde hay que incidir es en propiciar un cambio de mentalidad por la falta de conocimiento. «A una pyme hablarle de la nube cuesta por la poca cultura de tecnología», asegura.

Microsoft es el proveedor de la plataforma de tecnología pero no va directamente a instalarla. Utiliza a otras empresas tecnológicas más pequeñas que están en la zona del comercio que desee introducirla. Por ello, cuenta con una red de 10.400 socios en toda España. Es decir, tiene la infraestructura para implantar el IoT incluso en zonas rurales.

Penetración del IoT en la España rural

La brecha digital en este caso no es por una carencia de cobertura, ya que el IoT no depende tanto de la banda ancha, apunta Hurtado, que destaca que hay empresas familiares que de pronto la hereda un hijo y se tecnifica muy rápido.

Ya son una realidad los viñedos sensorizados para detectar bien los cambios meteorológicos bruscos y rápidos, que afectan mucho a la salud de las plantas, explica. «Tienen sensores IoT para medir temperatura y humedad y no es necesario mandar a alguien a diario a mirarlo», comenta. Luego todos esos datos se utilizan en la bodega durante la producción poder hacer modelos que permitan predecir la calidad del vino, añade. También se pueden detectar averías en el riego por goteo en tiempo real con esta tecnología, empleando drones y análisis de imagen, agrega Hurtado.

Lo mismo sucede en las granjas de cerdos. Allí también se emplean sensores para recopilar información ambiental o para saber si los animales se mueven mucho o poco, unos datos que permiten saber si están sanos.

«Se están dando avances a pasos agigantados en cuanto a la implantación de sensores en distintos campos», admitió esta semana el director ejecutivo de la Asociación Nacional de Operadores Locales de Telecomunicaciones, Gonzalo Elguezábal, en una nota de prensa.

En definitiva, la tecnología está disponible y no es cara: uno de estos sensores vale un euro. Hace falta concienciación, voluntad y ganas de emprender con el IoT como palanca de crecimiento.